El primero de esta serie fué un lugar para nosotros mismos, para disfrutar de nuestro tiempo libre, yo elegí realizar una piscina en la que poder nadar y relajarme.
Lejos del bullicio de la ciudad se esconde bajo las tierras de los infinitos campos de Castilla La Mancha el edificio-piscina de 245m².
El proyecto se desarrolla longitudinalmente, orientado a Sur para obtener la mayor captación solar posible. Su geometría es el resultado de la reinterpretación de la piscina en planta, un estrecho pero largo lugar en el que poder recorrer largas distancias.
Desde el exterior se observan dos grandes patios rectangulares, el primero, de mayores dimensiones, abarca dos rampas que conectan con la superficie, estas rampas sirven de acceso y de salida al recinto. El segundo patio, notablemente más pequeño que el anterior, debe su forma de pronunciada pendiente hacia el edificio a su orientación sur, para poder lograr así una mayor captación solar. Mediante esta pendiente se consigue también una mayor sensación de desahogo desde el interior del recinto.
El proyecto se trata principalmente de una piscina climatizada de un solo carril y 25 metros de largo, zonas de descanso a ambos lados de la piscina, un vestuario, aseo y ducha. Un espacio donde poder hacer deporte con absoluta tranquilidad.
Los materiales principales de la piscina son madera y vidrio en el interior del edificio y hormigón en los patios, siendo éste último el elemento estructural principal. Los elementos horizontales son de madera, incluso los que adquieren pendiente hacia la vertical; paneles fenólicos de madera resistentes a la humedad en el interior de la piscina y tarima de madera elondo en el exterior. Los cerramientos verticales en cambio son de vidrio, transparente hacia el patio pequeño y translúcido hacia el patio de comunicaciones.
En contraste con la sensación cálida del interior, los patios se componen de hormigón, que con el paso del tiempo irá adquiriendo un aspecto rudo debido a los cambios climáticos del lugar.
La cubierta en cambio se oculta bajo una capa vegetal de manera que no se sabe donde empieza ni termina el edificio.
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